Amores Secundarios

Qué trampas que te hace la mente. Junté en mi cabeza o en mi inconsiente tres amores: uno de secundario; otro de post secundario; y un último más cercano a estos tiempos. Un amor clásico, para nada amor más bien obstinación. Un amor que no se olvida. Y uno que marca en mi un cambio no por él, sino por mi, o por ambos. O mi sueño habrá querido decirme que no tanto, que el cambio no ha sido tal, que sigue habiendo un eje unificador hacia ellos que no es sólo el amor que yo sentí por ellos, sino tal vez mi manejo del dejar de estar con ellos; la necesidad de reconocimiento de mi fidelidad, o más bien de mi lealtad hacia ellos, quizás un poco también de conciencia de la reciprocidad del amor. ¿y para qué?

Acariciando un sueño más,
viendo al tiempo pasar,
un para qué?

Buscando algo en los demás,
algo que me haga pensar
que para qué?

Vas perdiendo la noción,
vas cambiando de estación
y nadie escapa,
todos al furgón.

Si a las montañas o al mar,
a dónde vas a escapar
y para qué?

Luces de verdad,
no pienses más,
para qué?

Vas perdiendo la noción,
vas cambiando de estación
y nadie escapa,
todos al furgón.

Y ahora no puedes ver más
que un color
todo se olvida
y no existe más amor
y nadie escapa,
todos al furgón.

Acariciando un sueño más,
viendo al tiempo pasar,
un para qué?