29.9.06

22.9.06

Oxímoron

La vida me está cruzando con una idea-sensación y decidí tratar de organizarla. El asunto está en los extremos que se tocan, opuestos pero no irreconciliables reza alguna frase por ahí. La posibilidad intrínseca de las cosas, y los sentimientos de ser y no ser a la vez, un poco de dialéctica quizá. Y allí la intensidad, la intesidad de los momentos. Siempre los adjetivos opuestos a los sustantivos que adjetivan son lo que más claramente adornan a los susodichos. Está el placer propio de la contradicción, eso siempre. Creo que la contradicción refleja lo inasible de algunas sensaciones, y en ese no-ser-lineal radica alguna parte de la magia.

18.9.06

La diferencia entre lo genuino, y lo forzadamente genuino

La diferencia no radica en el acto en si mismo, sino en la intención a partir de la cual se realiza. Y ahí comienza la máquina, porque los resultados de los actos son diferentes y lo genuino toma el gustito inigualable de lo verdaderamente genuino.

16.9.06

El problema de no tener religión.

Que oscuro se pone el día cuando se depende de la salvación ajena. Cuando una está empantanada y no se puede ni pensar cómo salir del pantano; sólo puede una agarrarse a algún tronco, esperando que pase algo extrañamente mágico que seque el pantano que no tiene ninguna razón de ser pero que existe.Tal vez una ducha convierta al pantano en un lago, turbio -sin duda- pero que me permita nadar a la orilla. Lo peor ciertamente es tener que esperar la salvación de afuera cuando el pantano es propio.





pd. qué desprolijos salen los post cuando una está desprolija

13.9.06

¿Por qué a los nenes les gusta tanto tocar el timbre en el colectivo y poner las monedas en la máquina para sacar el boleto? ¿Será porque es "cosa de grandes" o es que nosotros -los grandes- dejamos de ver la magia de esas dos acciones?

9.9.06

Son cinco cuadras, el corazón se para y alrededor el mundo gira. Y una no está, está en un no-tiempo, en una pausa, el resto gira y una solo puede avanzar congelada, alentada por la inercia. Y algo se queda ahí en ese límite entre la vivencia y el recuerdo. Y aún es pronto para ordenar los capítulos, por ahora están todos en la misma mesa desparramados sin logica más que el placer.

2.9.06

Lo peor del petisismo

Lo peor del petisismo no será nunca la imposibilidad de llegar a los estantes más lejanos. Muy por el contrario, eso sirve de moraleja cotidiana sobre la necesidad de pedir ayuda y no sentirse autosuficiente.
Lo peor del petisismo podrían ser las dificultades para agarrarse en el colectivo, pero sin embargo siempre algún alma caritativa se ocupa de que lleguemos íntegros a destino.
Lo peor del petisismo, y no tengo ninguna duda de que esto es asi, es cuando alguno de los altos te quita la felicidad de ser vos quien le pegue a uno de los globos que bajan por el aire -claramente en dirección a tu persona- en cuanto evento HAYA.