29.2.08

Admiración

Hoy, subió al bondi un pibito, de 18 o 20 como mucho. Un hipposiento de lo más clásico. Vendía sus poesías impresas en una hoja común y corriente. Las compré. Eran horribles, o más adecuadamente definibles como pedorras. Igual, por sobretodas las cosas, me generó admiración. El pibe hace algo y se sube a los bondis a difundirlo. No hay dudas, con ese coraje, en su vida pasarán muchísimas cosas más que en la mía. No sé si cosas mejores, pero más jugosas. Mientras juntaba las hojitas, una señora le habló. El choffer lo hizo sentarse porque estaba el chancho, y no sé cuántas cosas más. Admiro esa capacidad desenfrenada de salir a buscar.

2 comments:

Kairel said...

Yo adoro a los vendedores ambulantes de ley.
Son un chow!!!!

Kairel said...

Oiga, Misia Séptima, recibió mis mails?