31.7.06
Después, qué importa del después
Después de ver una película, una queda como esquizofrénica, no sé sabe que vida se vive, si la del personaje o la propia o ambas a la vez. Inevitables son los paralelismos. Queda todo como mezclado. Más aún cuando sucede ese extraño fenómeno en el que la película tiene como tema o subtema lo que a una le pasa en la vida en ese preciso instante. Pocas cosas deben ser más vergonzosas que la cara que se va poniendo a medida que transcurre una pelicula. Tal vez sea porque tengo las emociones a flor de piel pero me genera una cierta incomodidad ser vulnerable a algo ficticio. Y el quedarme con la angustia o la alegría de algo que no es, ni fue, ni será. Tal vez eso sea lo peor, que no es, ni fue, ni será.
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2 comments:
Quiero decir que es ficticio en tanto es real porque uno cree y no por si mismo. Hice un poco de embrollo. Cuando se llora viendo la pelicula se llora porque uno le está dando una cuota de realidad a la escena, pero es sólo una ilusión óptica, se ve porque se cree, no porque exista.
Un tal Metz al hablar de cine habla de un juego que se da entre exhibicionismo/voyeurismo. Nosotros, "Voyeuristas" observamos con placer los deleites que nos ofrecen aquellos "los exhibicionistas" que han dispuesto de la peli para nosotros. Disfrutamos con ellos, y ellos con nosotros.
De a 2. Monogamente, claro. Entonces, el Picture in Picture sería una especie de orgia?
Crono
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