9.8.06

Disociación

Otra vez recurro al tango como analogía. Es fundamental por ejemplo para los giros, la disociación. Los torsos se quedan juntos, y las piernas van para donde quieren. Se juega con las piernas pero se dejan a los corazones latiendo cerquita. Hay que dejar que las piernas vayan, hay que animarse a mandarlas y hay que dejar los torsos muy abrazados. Sino el giro pierde su esencia, se ve horrible y se siente peor.
Con las piernas jugando a otros juegos, las cosas malas de los viejos amigos pasan a ser menos malas y las buenas pasan a ser más buenas. Es incambiable la sensación de saber que el amor es mutuo y sincero y que más allá de lo que hagan las piernas los torsos nunca se han separado.

1 comment:

la séptima said...

venga con el desorden Kabir, dele, pero ayudeme a pensar.